viernes, 12 de octubre de 2012

CAPÍTULO CINCO - El Sol siempre acaba saliendo


-    Hola, Ali. – La saludó Adri con una sonrisa cuando ella llegó a nosotros. La verdad, me dolió un poco que a ella también le dedicase esa sonrisa que tanto me gustaba, pero no podía hacer nada si eran amigos…

-    Hola. – Contestó ella si un ápice de felicidad en la cara. - ¿Qué pasa, qué haces aquí? – A mí me dio la sensación que ese ‘¿Qué haces aquí?’ iba más por el hecho de estar conmigo que por estar en el instituto.

-    Tu madre no puede venir hoy y te llevamos a casa.

-    Ah… vale.

-    Oye, conoces a Alba, ¿no? – Dijo Adri metiéndome en la conversación.

-    Sí, claro, más o menos. De clase y eso, ya sabes… Pero la pregunta sería de qué la conoces tú, digo yo. – Respondió Alicia.

-    De la cafetería…

-    ¿Trabajas ahí? – Esto me lo dijo interrumpiéndole, girándose hacia mí y mirándome por encima del hombro, como solía hacer.

-    No… entré porque… estaba lloviendo… no tenía paraguas… y eso. – Dije sin mirarla ni una sola vez a los ojos.

-    Ah. – Dejó de mirarme y se giró hacia Adri.- Bueno, vámonos, ¿no? Que tu madre se va a preocupar.

-    Eh, sí. – Se acercó a mí. – Bueno, hasta otra. Ya que sé que vienes aquí te podré ver más, ¿no?

-    Claro. – Contesté mirando a sus ojos. Se acercó y me dio un beso en la mejilla.

-    Sonríe. – Me susurró al oído nada más separar sus labios de mi piel. Ese fue el momento en el que me di cuenta de que no había sonreído desde que había visto a Alicia. Y sonreí. No solo porque él me lo hubiese dicho, que ya era razón, sino porque estaba viendo la cara de incredulidad de Alicia, y me gustaba. – Mucho mejor. – Y se fue con su sonrisa.

Una media hora más tarde, estaba en mi casa hablando con Laura por teléfono.  Lo único que había hecho desde que había nombrado a Alicia, era reírse.  A mí no es que me hiciera mucha gracia que la chica que había convencido a mi novio (y mejor amigo desde siempre) para alejarse de mí, fuera la vecina del chico con la sonrisa más bonita del mundo. Y aún menos que fueran amigos. Aunque la sola idea de pensar que a Alicia se sentase la mitad de mal que yo, me hacía sentir un poco mejor. A ver, probablemente el pensar eso me haga mala persona, pero se lo merecía. No es que ella se hubiera portado genial conmigo últimamente.  

-    ¿Alba? ¿Hoooooooooooola? – Había dejado de escuchar a Laura mientras pensaba en todo eso. Pobrecita.

-    Sí, perdona. Sigue.

-    Que aparte de lo de Alicia, qué tal con Adri. Oye, tienes que escucharme más… – Me reí.

-    Lo siento, Lau. Es que estoy pensando en muchas cosas, ya sabes… Bueno, pues bien. Pero a saber que le dice Alicia… Si ha conseguido poner a Pablo, que me conoce desde siempre, en mi contra, con él no le va a resultar mucho más difícil…

-    No te creas. Adrián no tiene pinta de dejarse manejar, y menos por ella.

-    Y Pablo tampoco lo parecía, ¿no?

-    No… Pero bueno, tranquila. Si cambia por culpa de Alicia, como Pablo, no merece la pena, como Pablo. Ya lo sabes.

-    Pero yo quiero que él valga la pena. No quiero que me vuelvan a desilusionar Laura. Otra vez no.

-    Pues entonces la valdrá, ya verás. Ese chico es demasiado listo como para dejarse engañar, ¿vale? Tú tranquila, que no has hecho nada malo

-    Gracias. Bueno, te tengo que dejar, te veo mañana.

-    De nada, hasta mañana.

-    Te quiero.

-    Y yo, tonta.

Y me puse a estudiar. Pero no pude. Aquel lunes era uno de esos días en los que por mucho que lo intentara, no podía concentrarme. Ni concentrarme, ni sentarme tranquila, ni sonreír. ¿Y por qué? Por culpa de una sola persona. Y, aunque os parezca raro, no era Adri, que también tenía parte de culpa. Era Alicia. Una persona. Si se lo proponía, podría hacerme la vida imposible. ¿Por qué? Porque podía y quería. Siempre me he preguntado por qué las personas que quieren hacer daño al resto son las que pueden y no al revés. Probablemente sea que el poder hacer daño te haga querer hacerlo. Pero eso no te quita culpa. Sigues haciéndolo, y en el fondo eres tú quién lo decide, al fin de cuentas. Y así me pasé el resto de la tarde: pensando en lo mala persona que era Alicia por hacerme eso sin siquiera saber si había hablado mal de mí a Adri. ¿Eso no me convierte en mala persona también? Bueno, al menos yo no arruinaba vidas ajenas…  En fin, aunque los lunes no son nunca gran cosa, el mío fue un lunes  horrible.

Pero todo puede mejorar. Por muy nublado que esté el día el Sol siempre acaba saliendo, como cuando te hacen sonreír cuando estás llorando. Esta vez mi Sol fue una llamada de un número desconocido, cerca de las diez de la noche.

-    ¿Sí?

-    ¿Alba?

-    Sí…

-    Hola soy Adri.

-    Ehhh… Hola… ¿Cómo has conseguido mi número?

-    Alicia…

-    Ah, claro. ¿Qué pasa?

-    Tengo que preguntarte algo… – Oh mierda.

-    Dime.

-    ¿Estás sonriendo? – Me reí.

-    Ahora sí.

-    Me alegro. Oye… Alicia me ha contado unas cosas y…

-    Ah, ya. Imagino el qué, pero quiero que sepas que…

-    Lo sé. – Me cortó. – Tranquila, conozco muy bien a Ali. En realidad es buena persona… con quien quiere. Y ya vi que no os caíais muy bien. Sé que lo que me ha contado no es verdad. O eso espero….

-    No, probablemente no lo sea…

-    Bien. Pues era eso. Solo quiero que sepas que no voy a cambiar nada por mucho que ella diga. Aunque mañana te diga algo en el instituto o algo, ¿vale?

-    Vale.

-    Vales mucho, créeme. Ni caso.

-    Muchas gracias…

-    De nada, pero es la verdad. – No sé cómo, pero noté que sonreía. – Y ah, Pablo es un completo idiota, mira que dejar a alguien como tú.

-    En realidad no le culpo por eso. – Contesté con total sinceridad.

-    Pues yo sí. – Me reí. – Me encanta hacerte reír.

-    Y a mí que lo hagas. – Se rio. – Ojalá pudiera quedarme hablando contigo un rato más, pero mañana madrugo y tengo que terminar unas cosas…

-    Ah, claro. Pues te dejo que termines.

-    Vale. Gracias. Por llamarme y eso…

-    De nada.

-    Adiós, un beso.

-    Un beso, sonríe. – Y colgó.

1 comentario:

  1. OHHHHHHHHHHHHHH ME HA ENCANTADO LA LLAMADA.
    Que cuki <3
    jejeje
    Alba no es mala persona, es la guarra de Ali.
    Un besito, y publica pronto!!!!!!!!!
    Tu fan #|:
    LUCY

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